Del 5 al 19 de octubre de 1934. Trabajadores asturianos junto al Instituto Jovellanos de Gijón conducidos en camioneta a dependencias penitenciarias durante el primer mandato radical-cedista de Lerroux (de 4 de octubre), tras la desproporcionada respuesta militar del Estado a la movilización general del otoño revolucionario y de desobediencia al Gobierno. Insubordinación plasmada en la Comuna Asturiana y en las autoproclamadas repúblicas de las comarcas mineras (desde el día 5).
El abuso de autoridad del Gobierno reaccionario será corregido más tarde con el batacazo electoral de Lerroux y la mayoría del Frente Popular en el legislativo, encargándose el ejecutivo de febrero de 1936 de amnistiar a los presos por la cuestión de carácter político y social. La voluntad popular había sido expresada en el hemiciclo en proporción de dos tercios de reformistas (incluida la diputada comunista por Asturias, Dolores Ibárruri) por un tercio de retrógrados, que no aceptarán de buen grado los resultados.